Tu fe debe ser simple. Simple como la vela
que aleja la tiniebla de un oscuro rincón,
simple como la espuma de la obediente estela
que escribe sobre el agua su lineal oración.
que aleja la tiniebla de un oscuro rincón,
simple como la espuma de la obediente estela
que escribe sobre el agua su lineal oración.
Debe ser como el grano de mostaza pujante
que un día toca el cielo con brazos de madera
y ha de crecer humilde, fervorosa, constante,
austera por adentro, generosa por fuera.
que un día toca el cielo con brazos de madera
y ha de crecer humilde, fervorosa, constante,
austera por adentro, generosa por fuera.
No dejes que te abrumen ni letras ni criterio.
Si verdaderamente quieres hallar la luz
construye, pecho adentro, tu propio monasterio
y busca tus respuestas abrazado a la cruz.
Tu fe debe ser simple; no abundes en razones.
No dejes que tu alma se convierta en desván.
Que sean, no lo olvides, tus consideraciones,
tan simples como el vino, tan simples como el pan.
Jorge Antonio Doré
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