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miércoles, 22 de julio de 2015

EL AMOR A MI CRISTO

Mariampoesiasycanciones...

El amor del Señor
no tiene pelos en la lengua
se manifiesta cuando
hay dos o tres que solo vean
que Cristo es el dador
de toda la vida nuestra
y cuando la compasión
por este mundo no decrezca.

El amor del Señor
se manifiesta en la vida
porque una rosa brille
con colores y fragancias
en el aguante de un
amigo que todo banca
y en el compartir que es tambien
simbolo de la esperanza.

El amor de mi Cristo
tiene aristas de bravura
porque no ha escatimado
ni esfuerzos ni premura
ya que se lo ha juzgado
y no ahorró cargo ni prelado
sometido en un juzgado
muy carente de cordura.

Brindo por la iglesia
cuya mision no descanza
brindo con su copa
simbolo de nueva alianza
te recuerdo Cristo
cerca de los caídos
y de aquel que anuncia
libertad al oprimido.


 Por Horacio Olthoff


sábado, 18 de julio de 2015

A NUESTRA SEÑORA DEL CARMEN

Mariampoesiasycanciones...

VIRGEN MARÍA 
José María Pemán


Cargadores de la Isla
mecedla con suavidad,
que lleváis sobre los hombros
a la Reina de la Mar!
Cargadores de la Isla:
ésa que vais a sacar
es la Virgen marinera,
que huele a marisco y sal;
la que llamaban Señora
y Capitana, al rezar,
los abuelos que tenían
claras almas de cristal
bajo la recia envoltura
de sus capotes de mar;
la que apacienta las olas
los días de tempestad;
la que esta tarde de julio
el crepúsculo honrará
colgando nubes de grana
por los balcones del mar.

Yo la vi que estaba triste
la Señora, en el altar.
Su rostro llenaba el lirio
de una palidez mortal.

—¿Qué te pasa, mi Señora,
Capitana de la mar,
que más que Virgen del Carmen,
pareces de la Piedad?
—Tres años hace, tres años,
que me estoy sin ver la mar,
sin oler las algas verdes
y sin ver la claridad.

¡Mis hijos, los de la Isla,
ya no me quieren sacar!
—No lloréis, Señora mía,
que dice un viejo refrán
que la fortuna y el sol
igual vuelven que se van.

¡Cargadores de la Isla,
marineros de la mar!
La Señora estaba triste:
si la queréis consolar,
cuando la saquéis, mecedla
de esa manera especial,
hecha de tango y ternura
y de vaivenes de mar,
como se mecen los santos
desde los Puertos a acá,
¡como no saben mecerlos
en ninguna parte más!

Tú, cargador, que no sabes
rezar la Salve, quizás:
si cuando lo saques, meces
el paso con buen compás,
aunque no sepas la Salve,
Dios te lo perdonará...
¡que mecer así a la Virgen,
ya es un modo de rezar!