Mariampoesiasycanciones...
Sentarte a mi lado, cogerte de la mano, sonreír.
¡Dios dame fuerzas para afrontar este trago!
Ateo con ínfulas de párroco.
Me pierdo en tus ojos, me encadeno a tus blancas manos, sangro con tus rojos labios.
¿Cómo decirte la verdad, toda la verdad?
El aire se comprime en los pulmones
la lengua trata de escapar de la atadura de la razón
los ojos ahogados, sin saber nadar, en lágrimas contenidas.
El corazón late espoleado por la situación.
Angustia, incertidumbre, paz, amor, armonía...
Destilas todo lo que siempre quise tener,
y por fin brotó.
El tiempo detuvo sus impertérritas manecillas,
los pájaros plegaron sus alas,
las mariposas planearon sobre nuestras cabezas.
Tu respuesta clara y rotunda,
con una sonrisa en la comisura de los labios
que me hacían dudar de tu sentencia.
Miro el mar, sentado en la arena
un grupo de delfines nadan en paralelo a la orilla
el cielo es celeste como tus ojos
la arena fina como tu piel.
Los rayos del sol broncean mi piel
al fondo una pareja juega con sus hijos
sonrío, me incorporo y entro en el mar.
Nunca más se supo de aquel tipo que declaró su amor.
DECLARACIÓN DE AMOR
~Mad el mago~
Llegará el día que te tenga que mirar a los ojos
afrontar la dulce necesidad de explicarte como soy
liberarme de estas cadenas y expresar en todo mi ser
la verdad, la única verdad.
~Mad el mago~
Llegará el día que te tenga que mirar a los ojos
afrontar la dulce necesidad de explicarte como soy
liberarme de estas cadenas y expresar en todo mi ser
la verdad, la única verdad.
Sentarte a mi lado, cogerte de la mano, sonreír.
¡Dios dame fuerzas para afrontar este trago!
Ateo con ínfulas de párroco.
Me pierdo en tus ojos, me encadeno a tus blancas manos, sangro con tus rojos labios.
¿Cómo decirte la verdad, toda la verdad?
El aire se comprime en los pulmones
la lengua trata de escapar de la atadura de la razón
los ojos ahogados, sin saber nadar, en lágrimas contenidas.
El corazón late espoleado por la situación.
Angustia, incertidumbre, paz, amor, armonía...
Destilas todo lo que siempre quise tener,
y por fin brotó.
El tiempo detuvo sus impertérritas manecillas,
los pájaros plegaron sus alas,
las mariposas planearon sobre nuestras cabezas.
Tu respuesta clara y rotunda,
con una sonrisa en la comisura de los labios
que me hacían dudar de tu sentencia.
Miro el mar, sentado en la arena
un grupo de delfines nadan en paralelo a la orilla
el cielo es celeste como tus ojos
la arena fina como tu piel.
Los rayos del sol broncean mi piel
al fondo una pareja juega con sus hijos
sonrío, me incorporo y entro en el mar.
Nunca más se supo de aquel tipo que declaró su amor.